viernes, 2 de marzo de 2007

LOS MISTERIOS DE LA TIZA CHINA

Los misterios de la Tiza China operaron en silencio. Decenas de hormigas rodeadas por la muerte blanca anduvieron en círculos toda la noche, confusas e irritadas. Es decir, la vida por un cm.2 de papita frita. En ejercicio de la exquisita crueldad oriental sus inverosímiles sistemas nerviosos estaban siendo sutilmente desactivados por -hay que repetirlo- los misterios de la Tiza China.

Las cucarachas opusieron mayor resistencia. Sobrevivientes a agresiones que oscilan entre el pisotón de gorda con bozo y la bomba atómica, canjearon la muerte por un estado intermedio consistente en quedar boca arriba pataleando hacia los cielos y exponiendo sumisamente su blando vientre como cuando un cachorro pide perdón. Las antenas, intermitentes, pestañean en morse.

Un ballet de media docena de cucarachas amaneció ensayando esta coreografía en la terraza frente al mar. No buscaban piedad, sino joder antes de morir. Lo que en efecto sucedió hacia el mediodía gracias a los misterios de la Tiza China. La venden en micros y esquinas los desempleados del país. No llevársela a la boca.