jueves, 11 de enero de 2007

Srta. Bozzo, Polladas y Peruanas Desdentadas

Con bastante frecuencia en el diario transcurrir de la vida de muchos peruanos cae por nuestras bocas el tema de “la señorita Laura” claro, se habla de cómo nos denigra este programa a los peruanos, de dice que es una tal por cual, que tuvo relación con Montesinos, que ella lo sabía, que su programa es inmundo, morboso, vomitivo, desagradable, etc. etc. Que nos pinta a los peruanos como unos desdentados, “sacavuelteros” mal hablados, bajitos, negritos, gorditos, sudorosos, borrachos, viciosos, desconsiderados, desordenados, poco inteligentes, incultos, y una larga lista de etcéteras.

Cuando estuve en Miami no me creyeron que soy peruano porque tengo dientes porque mido 1.85 metros, porque tengo ojos claros, porque tengo el pelo sin teñir, porque hablo con propiedad e incluso domino el ingles casi como si fuera mi lengua materna, el hecho de saber bastante buen francés, terminó de convertirme en un “no peruano” según la opinión de mi interlocutor

Por el Chat me encontré con un Colombiano (por decir cualquier nacionalidad, no ofenderse los colombianos), que cuando se enteró que soy de Perú me preguntó porque me gusta tanto ir a polladas, que si no hay dentistas o si son muy caros, que si me gusta pegarle a mi enamorada y hasta a mi madre, me preguntó si tengo un carrito sanguchero y estaba intrigado acerca de que pintaba una computadora e Internet en todo este surrealista mundo de carritos sangucheros. Alguna ves incluso me dieron una lección de porque es bueno ser civilizado”.

No sé cuantos otros argumentos oí respecto del tema. De hecho también tengo mis anécdotas al respecto como esta persona (no recuerdo su nacionalidad) que se preguntaba como es que esta Laura podía dar ordenes a la policía sin más, ni juicios o algún proceso mandar a la cárcel a los hombres que le ponían los cuernos a sus desdentadas mujeres y si yo sería capas de lamerle la axila en televisión a un sudoroso tipo por la módica suma de 10 soles (3.12 dólares americanos al cambio de hoy), me preguntó también si en el Perú todos teníamos un carrito sanguchero.

Una vez más la lista de etcéteras es larga

Cuando yo participo de estas conversaciones siempre opino más o menos lo mismo y sentencio, como si fuera un juez práctico y sin procedimiento alguno:

  • “Esa mujer es una basura”
  • “Deberían matarla”
  • “Trapea los suelos con nuestra imagen”
  • “Que la metan a la cárcel”
  • Nueva lista de etcéteras (ya voy 3)

Ella se defiende diciendo básicamente que solo le muestra la verdad a un publico que quiere ver la verdad, que con eso educa, ayuda, y alimenta, que después de el show ayuda dando plata becas y algunas otras cosas muchas o pocas (la cantidad no es lo que importa).

Es decir, primero te pego y luego de doy un premio consuelo (lo mismo que ella critica).

Me atrevo a hacer un paralelo, que sería si ella tuviera un programa en el que muestra pornografía, parejas teniendo sexo en el escenario y después de eso ella los ayudara regalándoles un poco de plata o un carrito sanguchero o dándoles asistencia profesional de algún tipo (ojo no les pagaría, se la regalaría como una ayuda).

¿No es acaso exactamente lo mismo? Podría argumentar que no está haciendo nada malo, que solo está mostrándole la verdad a las personas que quieren ver la verdad, y sería cierto, tan cierto como en el otro caso.

¿Que tal si en el programa llevara personas que se quieren deshacer de sus perros y ésta gente los matara en cámara? Estaría mostrando la verdad a gente que quiere ver la verdad, después podría ver la manera de educar a éstas personas y explicarles que no deben tener perros si no los quieren, así que daría lecciones de responsabilidad.

¿Y si lograra conseguir que un loco asesino matara a su victima frente a cámaras? Estaría mostrándole la verdad a gente que la quiere ver. ¿No? Y claro después podría darle asistencia a la familia de la victima y cooperar para que manden al asesino a la cárcel, entonces estaría haciéndole un bien a la sociedad. ¡!

Nuestra sociedad es morbosa y a eso voy con todo este texto, el morbo vende, vende bien, por eso se vende la pornografía, por eso los periódicos están plagados de accidentes de transito, por eso cuando atropellan a alguien la gente se arremolina para verlo, y eso no solo es triste, patético, denigrante. Es nuestra realidad.

El programa de esta “señorita Bozzo” es un reflejo de lo que el Perú es, aun cuando al final de estas conversaciones que todos le dedicamos a “Laura” decimos “Los peruanos no somos así” “el Perú no es así”.

Lo siento muchísimo pero SI, el Perú si es así, el Perú es una gran pollada bailable, es un programa gigante de televisión en el que CASI todos actúan, unos frente a cámaras, otros frente al televisor, un país de desdentado y sacavuelteros, de gritos, de pegarle a la mujer, de maltratar al hijo, de profesores que no quieren ser evaluados, donde SI, los dentistas si son muy caros para los recursos de nuestra enorme mayoría, donde el perreo marca la nueva moral, donde la informalidad del carrito sanguchero es la regla y por eso en cierta forma, si, en el Perú todos tenemos un carrito sanguchero, porque ES LA REGLA.

Afortunadamente….

La excepción hace a la regla.

martes, 9 de enero de 2007

LA MEJOR DE LAS PRUEBAS DE QUE HOMBRES Y MUJERES SOMOS DISTINTOS.

Este “articulo” está escrito solo con la intención de dar prueba fehaciente de que hombres y mujeres no somos iguales, no somos mejores unos que otros, al terminar de leerlo les sugiero se lo cuenten a quien quieran y verán que obtendrán los resultados que les comento CASI sin excepción.

Le pondré titulo a este relato pues es una anécdota robada de la vida de los padres de un buen amigo mío… ¿enredado?

El padre del Gordo Alex y el Pie de Limón.

Una muestra de cómo hacer maravillosas nuestras diferencias

Tengo un muy buen amigo “El Gordo Alex” imposible quitarle la parte de “El Gordo” (a pesar de que ya no lo es). Los padres del gordo son dos muy buenas personas, señores de edad bastante avanzada que a fuerza de amor tuvieron un muy saludable matrimonio que un buen día llego a las bodas de oro (50 años de matrimonio para quien no lo sepa).

Como todos los años ella le preparó un pie de limón, tradición que mantenían desde que eran enamorados, postre que por su puesto él agradeció. El buen esposo pasado un rato y después de mucho reflexionar llegó a la conclusión de que después de 50 años de matrimonio y con la confianza y el amor que ellos se tienen -pues no es cosa de ignorar lo amigos que llegan a ser esos matrimonios- ya era tiempo de confesar su mejor guardado secreto, la única cosa que él le escondió tooda la vida a su mujer.

Mujer -Le dijo amablemente- ya soy un hombre viejo, he vivido contigo más de 50 maravillosos años de mi vida que sumados a los años de noviazgo y a los primeros doce meses que estuvimos juntos dan mas de sesenta y tantos pies de limón, voy a confesarte algo que cada día se me hace mas difícil.

-Ella un poco preocupada esperó la peor noticia, alguna cana al aire de su pasado o presente, un hijo escondido o una enfermedad terrible- pero no fue así. El le confesó que toda su vida desde niño odió el pie de limón, que siempre le pareció el postre mas feo y que todos estos años el se lo comió con una sonrisa y una palabra de gratitud para hacerla feliz. “Por favor nunca más me prepares un pie de limón” le pidió.

-La historia es bastante mas larga y en resumidas cuentas después de una pequeña discusión todo pasó, él siempre pensando que hizo lo mejor que pudo para hacer feliz a su mujer y ella pensando que el se equivocó sobremanera y que debió decirle la verdad desde un principio y que esa fue una gran falta de confianza y comunicación ¡Increíble que mintiera durante mas de 50 años!Con la sabiduría que dan los años ese “inconveniente” fue superado y siguieron siendo cada día mas amigos-esposos-felices.

Si eres hombre no tengo ninguna duda de que estás pensando que este señor es un gran esposo, un ejemplo de amor y tienes razón, si eres mujer CASI sin duda estás pensando que tú lo hubieras matado ¡Qué bárbaro! Como pudo esconderle tanto tiempo esa verdad a su mujer y también tienes razón, pero los hombres nunca pensaremos de esa forma y seguramente las mujeres tampoco a nuestra manera.

Hombres y mujeres somos diferentes, pensamos diferente, tenemos puntos de vista distintos y en muchas cosas no podemos coincidir, pero no es importante que lo hagamos, solo tenemos que aceptar nuestras diferencias, no necesitamos ser iguales para vivir en armonía y en completo amor, la guerra de los sexos es basura