martes, 9 de enero de 2007

LA MEJOR DE LAS PRUEBAS DE QUE HOMBRES Y MUJERES SOMOS DISTINTOS.

Este “articulo” está escrito solo con la intención de dar prueba fehaciente de que hombres y mujeres no somos iguales, no somos mejores unos que otros, al terminar de leerlo les sugiero se lo cuenten a quien quieran y verán que obtendrán los resultados que les comento CASI sin excepción.

Le pondré titulo a este relato pues es una anécdota robada de la vida de los padres de un buen amigo mío… ¿enredado?

El padre del Gordo Alex y el Pie de Limón.

Una muestra de cómo hacer maravillosas nuestras diferencias

Tengo un muy buen amigo “El Gordo Alex” imposible quitarle la parte de “El Gordo” (a pesar de que ya no lo es). Los padres del gordo son dos muy buenas personas, señores de edad bastante avanzada que a fuerza de amor tuvieron un muy saludable matrimonio que un buen día llego a las bodas de oro (50 años de matrimonio para quien no lo sepa).

Como todos los años ella le preparó un pie de limón, tradición que mantenían desde que eran enamorados, postre que por su puesto él agradeció. El buen esposo pasado un rato y después de mucho reflexionar llegó a la conclusión de que después de 50 años de matrimonio y con la confianza y el amor que ellos se tienen -pues no es cosa de ignorar lo amigos que llegan a ser esos matrimonios- ya era tiempo de confesar su mejor guardado secreto, la única cosa que él le escondió tooda la vida a su mujer.

Mujer -Le dijo amablemente- ya soy un hombre viejo, he vivido contigo más de 50 maravillosos años de mi vida que sumados a los años de noviazgo y a los primeros doce meses que estuvimos juntos dan mas de sesenta y tantos pies de limón, voy a confesarte algo que cada día se me hace mas difícil.

-Ella un poco preocupada esperó la peor noticia, alguna cana al aire de su pasado o presente, un hijo escondido o una enfermedad terrible- pero no fue así. El le confesó que toda su vida desde niño odió el pie de limón, que siempre le pareció el postre mas feo y que todos estos años el se lo comió con una sonrisa y una palabra de gratitud para hacerla feliz. “Por favor nunca más me prepares un pie de limón” le pidió.

-La historia es bastante mas larga y en resumidas cuentas después de una pequeña discusión todo pasó, él siempre pensando que hizo lo mejor que pudo para hacer feliz a su mujer y ella pensando que el se equivocó sobremanera y que debió decirle la verdad desde un principio y que esa fue una gran falta de confianza y comunicación ¡Increíble que mintiera durante mas de 50 años!Con la sabiduría que dan los años ese “inconveniente” fue superado y siguieron siendo cada día mas amigos-esposos-felices.

Si eres hombre no tengo ninguna duda de que estás pensando que este señor es un gran esposo, un ejemplo de amor y tienes razón, si eres mujer CASI sin duda estás pensando que tú lo hubieras matado ¡Qué bárbaro! Como pudo esconderle tanto tiempo esa verdad a su mujer y también tienes razón, pero los hombres nunca pensaremos de esa forma y seguramente las mujeres tampoco a nuestra manera.

Hombres y mujeres somos diferentes, pensamos diferente, tenemos puntos de vista distintos y en muchas cosas no podemos coincidir, pero no es importante que lo hagamos, solo tenemos que aceptar nuestras diferencias, no necesitamos ser iguales para vivir en armonía y en completo amor, la guerra de los sexos es basura

2 comentarios:

Alexander dijo...

El Gordo Alex aprueba rotundamente la version cinematografica de este relato, y admite las licencias literarias.

SER PENSANTE dijo...

Respetables entendedores:

Con el paso del tiempo, la revolución francesa, los tratatos a favor de la mujer respecto a igualdad y demás, han hecho que hoy en día se crea falsamente en la igualdad entre géneros.

Bastará seguramente para cualquier Psiquiatra el desnudar a ambos géneros e intentar encontrar alguna igualdad, frívolamente no la habríamos de hallar nunca, debido a complejidades conocidas.

Empero, la similitud existe, y es en base a conceptos psíquicos, neurológicos, hasta en ciertos puntos fisiológicos salvo excepciones, y en un cierto grado, pegagógicos, siendo marcadas las diferencias.

Al margen de cualquier relato, sepamos que la mujer hace mucho mejor algunas cosas sin necesidad de aquél varón que haría las propias mejor que cualquier mujer por diferencias notorias que nos da el fenotipo.

Ciertamente, en abuso de esa mala dote de "igualdad" ha nacido la nueva sociedad de la mujer igualizada por fuerza, aquella que cree que puede hacer algunas cosas mejor que el varón y se lanza a demostrarlo válidamente.

Entonces, nuestra anhelada cualidad antimachista no hace sino restarle la delicadeza que se la daba a las damas y el recato y decoro de señoritas aquellas que debían de esperar todo gesto de un caballero.

Hoy por hoy, encontramos entonces mujeres que prescinden de estos hermosos valores que ellas mismas se cortan y mutilan y que con tanta honra se auto administran en sus vidas creyendo alejarse del varón.

Entonces, que cada mujer pague su cuenta, lave lo que ensucia, vaya sola, se compre sus presentes, se auto halague, se proteja ella misma y se de seguridad, para así algún día validar si en verdad hacen lo correcto.

Por otra parte el varón estará satisfecho del ahorro que toda la vida esto ha significado, sin embargo aun podremos encontrar verdaderas señoritas aquellas a las que conquistar con una rosa y unos bombones.

Debe haber por ahí alguna sobreviviente que nos permita invitarla a salir y pagarles la cuenta por simple caballeroridad, alguien a quien demostrarle que los caballeros aun existimos. ¿Habrá alguna?

La sociedad feminista se enterca y quiere convertirlas a todas en lesbianas, mientras que el machismo ausente nos convertirá en gays mientras el mundo algún día de seguir así, verá anormal una relación heterosexual.

Si siguen así, no faltará el día en que una pareja de lesbianas o gays, te discriminen por ser heterosexual, reunirte en secreto con una dama y esconder los bellos hábitos que un día te hicieron caballero.

PARA QUE NUNCA LO OLVIDES

Amigo pensante.